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Menorca Summer Ballet Gala

7 agosto, 2015

El 1 de agosto del pasado año, el Teatro Principal de Maó acogió la primera edición del Menorca Summer Ballet Gala, que contó con la colaboración de bailarines de profesionales del San Francisco Ballet, Stuttgart Ballet o el Ballet Nacional de España.

Puede parecer a priori algo anómalo que esta gala se celebrase en un lugar como Menorca, en esa preciosa y tranquila isla mediterránea. Sin embargo, Menorca ofrece un amplio abanico cultural, en el que destaca su pasión por la ópera, las exhibiciones en cualquier bar, el festival de cine del que hablamos en otro post, etc.

Este evento, como cualquier otro, tiene una historia detrás y su protagonista se llama Joel Toledo Mirabal. Este bailarín de origen cubano, tiene una larga trayectoria trabajando para compañías de renombre como la Compañía Víctor Ullate o la Compañía Nacional de Danza. Una profesión que le ha permitido actuar en los mejores teatros del mundo, viajar y conocer gente, pero también una profesión en la que el nivel de exigencia y presión son muy grandes. Fue precisamente esta necesidad de relajarse y parar un poco, lo que llevó a Joel a la isla.

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Entrevistador: El mundo está lleno de lugares donde relajarse y, en concreto España también. ¿Por qué Menorca?

Joel: En realidad, yo había conocido Menorca por primera vez  la Semana Santa anterior a mi llegada como residente en  septiembre. Estuve en Semana Santa  por motivos de trabajo, me gusto tanto la isla que regrese en verano y a raíz de estas dos visitas, tanto mi novia como yo quedamos encantados. Surgió la posibilidad que mi novia (Myriam Manso, bailarina y profesora de Danza Española) trabajara impartiendo clases de Danza Española en Alba Studi de Dansa (Escuela de Danza de Mahón) y no lo pensamos dos veces. Deje mi trabajo de 13 años como bailarín en  la Compañía Nacional de Danza de España (CND) y tomamos rumbo a una nueva vida en Menorca.

E: ¿Por qué pensó que en la isla sería posible albergar un acontecimiento de tal envergadura?

J: Enseguida me di cuenta que la isla tenía bastante inquietud cultural. Además de la pasión por la ópera (tradición que ha dotado a Menorca de muy buenos cantantes), durante todo el año se puede disfrutar de muchos eventos culturales. Por otro lado, pude apreciar una gran afición a bailar, traducido en muchas escuelas de danza repartidas en toda la isla. Por este motivo, pensamos que era una magnifica  oportunidad, presentar un espectáculo, donde tanto los  residente en  Menorca como los visitantes pudieran disfrutar de bailarines de altísimo nivel, procedentes de las mejores compañías de ballet del mundo.

E: ¿Cómo consiguió reunir a profesionales de esa talla?

J: Mi larga carrera como bailarín, primero en la Compañía de Víctor Ullate y después en la Compañía Nacional de Danza (CND), me han permitido bailar y  coincidir con  excelentes  bailarines por todo el mundo.  Con muchos de ellos, hay una relación personal de amistad, lo cual fue pieza fundamental para que se involucraran en el proyecto de la Menorca Summer Ballet Gala desde el primer momento.

E: La gala fue todo un éxito. ¿Siempre creyó en este proyecto o flaqueó en algún momento sobre la posibilidad de llevarlo a cabo?

J: En realidad, todo empezó como un sueño. Cuando planteamos el proyecto inicialmente junto con Alba Studi de Dansa (uno de los sponsors del evento), no sabíamos como lo íbamos a hacer realidad, ya que un proyecto de estas características requiere un respaldo económico importante. Pero a medida que íbamos consiguiendo cosas, cada vez estábamos más convencidos de lo que estábamos preparando. Sinceramente, hubo momentos muy difíciles que te hacían dudar, no del el proyecto en sí, sino en los medios para conseguirlo. Pero afortunadamente tengo que dar las gracias  a  mi pareja que trabajó codo con codo conmigo durante mucho tiempo y supo darme las fuerzas necesarias para vencer los momentos de pánico que podían surgir. Además, tengo que agradecer especialmente a muchas personas de la isla (tanto menorquines como ingleses) que se volcaron desde el primer momento, haciendo también suyo  el proyecto.

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E: ¿Habrá segunda edición de la Summer Ballet Gala? De ser así, ¿sería de nuevo en Menorca?

J: Me encantaría. Sería genial que la Gala cogiera musculo, nunca mejor dicho y que fuera un evento con una cierta regularidad. Pienso que es necesario que espectáculos de este tipo sean periódicos ya sea de manera anual o bienal, para crear afición al Ballet y así contribuir a dinamizar el panorama cultural. La continuidad de la Gala, fue uno de nuestros enfoques principales al plantearnos el proyecto. Sería estupendo que se repitiera en Menorca, ya que es donde están los cimientos del proyecto. Pero también es verdad que el formato de la Gala, nos permite llevarla a cabo en diversos escenarios geográficos, así que estamos abiertos a cualquier propuesta.

E: A nivel personal, ¿qué diría que le ha aportado Menorca?

J: Menorca ha sido un antes y un después en mi vida. Me ha aportado mucho tanto a nivel personal como a nivel profesional. A nivel personal, me dio la paz y la tranquilidad necesaria, después de muchos años a un ritmo frenético, de  afrontar la vida desde otro punto de vista, además recuperar e incorporar valores y hábitos de vida. Por el lado profesional, me dio la oportunidad de desarrollar mi faceta de gestor cultural, poniendo en practica lo aprendido en el Master de Gestión Cultural, Música, Teatro y Danza de la Universidad Complutense de Madrid (ICCMU) con la creación de la Menorca Summer Ballet Gala.

E: ¿Qué definiría como imprescindible en la isla? Sus recomendaciones para visitantes nuevos o aquellos que aún no han exprimido todas las posibilidades de Menorca.

Como he dicho antes, Menorca es una isla que alberga una gran variedad cultural, y este rasgo de la isla es el menos conocido para la mayoría de la gente. Es cierto que posee un entorno natural inigualable con una  belleza y tranquilidad  en  sus playas que la convierten en un paraíso.  Pero pienso que no solo debemos quedarnos con esta sensación. En Menorca, hay un tremendo movimiento cultural  todo el año que se promueve muchas veces desde los propios vecinos.

Un ejemplo muy claro de esto lo tenemos en  La Gran Migjornale, que se celebra en la localidad de Es Migjorn Gran, donde cada verano los vecinos del pueblo abren  sus casas que hacen de  galerías  de arte   para  exposiciones de más de 70 artistas. Lo que comenzó como una pequeña actividad del pueblo, se ha convertido en una de las citas más importante en la agenda cultural menorquina. La experiencia es muy gratificante y nos da una idea del movimiento cultural de la isla.

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